En términos de mercadotécnia la estrategia “on the wave” refiere a subirse a una tendencia que genera aceptación aunque, no sea parte ni de tu narrativa ni de tu propósito como marca.
Este 8 de marzo las redes sociales se vistieron de púrpura, mensajes alusivos a la valentía de las mujeres y cómo se respeta su rol social. Sí, esas mismas redes sociales que difunden odio, violencia, vejaciones y que denigran a las mujeres.
On the wave es aparentar que se está en un movimiento sin formar parte de él. No se refiere a que jamás compartas el ideal, sino que tu narrativa no es acorde. La narrativa construye tu personalidad y genera consistencia.
¿Qué tuvo que pasar para que se llegara a este momento? Que en este país cada hora se cometan 13 delitos contra las mujeres, que 10 mujeres mueran cada día en este país, que no se den las mismas oportunidades de crecimiento y desarrollo a las mujeres que a los hombres y que, se exija más a una mujer para desarrollar el mismo puesto que un varón, pero con menor paga, entre otras cosas.
Pero además las micro expresiones de un machismo social, ha generado un acoso que desafortunadamente es casi ya imperceptible hacia las mujeres en todos los roles donde participa.
Sí, es una sociedad en la que la violencia y la división se está convirtiendo en la nueva normalidad. Sin embargo, la irrupción de un movimiento social deja ver una esperanza de que solo la sociedad podrá dar esas soluciones que tanto políticas públicas como discursos grandilocuentes le han negado a cada mexicana y mexicano.
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer, mañana lunes 9 de marzo en México se escribirá una nueva página en la historia del país aunque, otra vez, estarán aquellos que solo se suban a la ola de la moda.
¿Cuántas empresas descontarán el día a sus empleadas que quieren protestar?, ¿Cuántas empresas habrán de despedirlas?, ¿Cuántas mujeres denunciarán estos hechos?, ¿Cuántos dueños de empresas enviarán a una mujer a dar los anuncios?
¿Cuántos maestros seguirán invitando un café a sus alumnas?, ¿Cuántos jefes les seguirán diciendo “chula” a sus subalternas?, ¿Cuántos papás dirán a sus hijas que solo deben seguir jugando a las muñecas?, ¿Cuántos maridos seguirán lastimando?
¿Cuántos seguirán comprando o viendo porno de mujeres que no permitieron ser exhibidas?, ¿Cuántos más dirán un piropo en las calles?
Es momento ya no de inundar las redes sociales de un color, ni tampoco ir a la moda, es momento de que todas y todos juntos construyamos una verdadera transformación social, si no pasa nada después del 9 de marzo, entonces nos veremos el próximo año en otra “celebración” más de una efeméride. ¿O no?