El Banco Santander ha decidido hacer la guerra por su cuenta y actuar de forma individual para protegerse ante los gigantes tecnológicos que quieren irrumpir en el sector financiero. El equipo de Ana Botín tiene un plan A y un plan B para afrontar la amenaza de los conocidos GAFA (siglas usadas para nombrar a Google, Apple, Facebook y Amazon).
Santander quiere que la regulación de los bancos se equipare a la de las tecnológicas, lo que se traduciría en una ventaja para el sector, porque tendría más agilidad a la hora de lanzar productos al mercado y competir contra las multinacionales americanas. No obstante, es poco probable que esto suceda, debido el fuerte control que existe sobre los productos financieros. Sería más viable que las normas del juego se igualaran, pero elevando el control a las tecnológicas, y no al revés.
Un ejemplo de esta asimetría es la nueva normativa de pagos digitales. La PSD2obliga a la banca a abrir a terceros las cuentas de sus clientes para facilitar las transacciones pero las entidades de crédito no pueden acceder a los datos de las compañías como Google o Amazon.
Como este cambio depende más del ámbito político que del empresarial, el banco ha decidido crear Santander Global Platform (SGP), una escisión del Grupo en la que se han incorporado bajo una misma unidad todos los servicios digitales y todas las plataformas globales (Openbank, Global Payment y Digital Assets).
Estrategia a largo plazo
En los últimos tres años el banco se ha volcado en la mejora de las aplicaciones, plataformas, productos y servicios digitales, construyendo una plataforma única para todo el banco y eso ha querido plasmarlo por separado en su cuenta de resultados.
Santander contempla en su nuevo plan estratégico una inversión de más de 20.000 millones de euros durante cuatro años en transformación digital y tecnología. Con las nuevas mejoras operativa, se pretende conseguir un ahorro de costes anual progresivo de 1.200 millones de euros. Al frente estará Javier San Félix, directivo de Santander de confianza de Ana Botín.
José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, subrayó en una mesa redonda la idea de “a igual actividad, igual regulación”. “Se ha seguido una política de puertas abiertas, el tema de Libra (la criptomoneda de Facebbok) ha tenido la virtualidad de que al hablar de moneda se ha hablado entonces de la estabilidad financiera”, señaló. “Tenemos la impresión de que en Europa estamos en el camino de ida y otros van ya de vuelta, la incertidumbre regulatoria en Europa es mayor que en Estados Unidos”, enfatizó.