Hoy Es el 130° aniversario del nacimiento de un imperio: Nintendo

El 23 de septiembre de 1889, bajo el liderazgo de Fusajiro Yamauchi, Nintendo inició operaciones en un pequeño recinto en Kioto, Japón, con el objetivo de ingresar en el sector del entretenimiento mediante las cartas Hanafuda, negocio al que se dedicó la compañía desde el día de su fundación y hasta 1956. Durante este periodo, la compañía tuvo por razón social los nombres Yamauchi Nintendo & Co. Ltd. y Nintendo Playing Card Co. Ltd., aunque siempre destacó lo peculiar de su nombre que puede ser interpretado como “en las manos del cielo”.

Durante la posguerra, bajo el mando de Hiroshi Yamauchi, el negocio de la familia trató de diversificar sus actividades más allá del negocio de las cartas y esto los llevó a incursionar en sectores como el del transporte público, la comida, canales de TV e incluso hoteles de paso. Sin embargo, desde la década de los 60 Nintendo, ya con razón social Nintendo Co., Ltd., se interesó en el ramo de los juguetes de la mano de Gunpei Yokoi. Las décadas posteriores verían una inclinación de la compañía japonesa hacia el entretenimiento electrónico con productos como Game & Watch y posteriormente hacia los videojuegos en Arcade, donde creativos como Shigeru Miyamoto y Genyo Takeda dieron muestras iniciales de su gran talento. Sin embargo, todo cambio de forma radical en 1983 tras el lanzamiento del Famicom, consola casera que marcaría un antes y un después no solo para la compañía, sino para la industria pues fue capaz de levantarla en uno de sus momentos más oscuros.

A partir de ahí, el resto fue historia y generaciones de jugadores disfrutaron y disfrutan todo lo que Nintendo ha ofrecido con el NES, Game Boy, Super Nes, Nintendo 64, Game Boy Advance, GameCube, Nintendo DS, Nintendo Wii, Nintendo 3DS, Wii U y Nintendo Switch, además del legado creativo que dejaron nombres como el de Satoru Iwata, el mismo Gunpei Yokoi, y que ahora ha quedado en manos de desarrolladores como Shinya Takahashi y otros vinculados a la compañía con un lazo fuerte, como Masahiro Sakurai.